Cronología

"Vida tranquila" quizá es algo que defina el pasado de esta pequeña. Nació en la capital de Fiore, Corcus, en una familia común y corriente. Es hija única, pero al parecer su padre tuvo otro hijo con un matrimonio anterior, algo que jamás le hicieron saber a la pelirrosa directamente y de lo que se enteró al oír una conversación a escondidas de sus padres cuando tenía 7 años.

Aparte de eso, lo único que se podría considerar "interesante" en los antecedentes de la joven, es que su padre trabajaba para el Rey de Fiore. La joven Kumiko recuerda estarse paseando por los pasillos del Castillo desde muy pequeña esperando a que su padre saliera del trabajo. Su madre, por otro lado, era parte del consejo, aunque Yui jamás tuvo muy claro qué era lo que hacía exactamente allí, le habían dicho que era muy importante y gracias a eso mucha gente la respetaba. Sus padres siempre demostraron amor hacia el reino, un sentimiento que Yui no compartió porque jamás comprendió.

Es la única maga que ha habido en su familia, por esta razón sus padres  habían querido que su hija trabajara en proteger al reino. Cada vez que tenían oportunidad se lo decían, ya fuese directa o indirectamente, aunque la pelirrosa no entendía mucho cuando lo hacía de la segunda forma. Pero el deseo de la pequeña siempre había sido unirse a un gremio de magos, jamás se aburría de escuchar la historia de los valientes magos que arriesgaban sus vidas por cumplir sus objetivos, conocía los nombres de casi todos los más famosos... Además quería explorar el mundo y hacer amigos, verdaderos amigos. Eso y entrenar para ser más fuerte, al ser de baja estatura siempre la habían subestimado y deseaba que eso se detuviera, quería demostrarle al mundo que una enana podía ser fuerte.

Pero cierto 7 de Julio todo cambió. Tan sólo bastaron unas horas y todo a quien conocía la pequeña había desaparecido. Su casa y con ella sus padres, todo lo que conocía y todos quienes la conocían. En la memoria de ellos se decidió a alistarse en el consejo mágico, dónde poco a poco comenzó a adaptarse.

Al pasar el tiempo conoció a varias personas que de a poco se convirtieron en pilares fundamentales en su vida, a quienes nombró como sus esclavos oficiales. Uno de estos, quizá la persona que más logró acercase a la pelirrosa, cierto día le pidió que se fuese con él a un gremio. No le dijo exactamente las razones de esto, pero Yui se embarcó en aquella aventura, porque confiaba en él y porque al fin y al cabo siempre había sido su sueño.